Tras unos dias en este pais, la vagancia se apodera de ti, y te das al "hamaquing". El bochornazo que hace tiene que ver en la lentitud del viajero, pero sobre todo son los paisajes, los que nos dejan con la boca abierta. Tanto que no hay mas remedio que observar los montanias carsticas en posicion horizontal, no vaya a ser que vaya a darnos torticolis y no podamos ir a currar (ups)... (vease foto hecha para dar envidia)
Luang Prabang,...oh Dios mio! Fue llegar a la ciudad y flipar. Es increiblemente bonita. Los franceses dejaron su buen granito de arena aqui, construyendo un monton de edificios y esa arquitectura, se ha ido respetando con el tiempo, haciendo de Luang Prabang, una ciudad con muuuucho encanto.
Con mucha penita, nos marchamos ayer de Laos. Solo he podido estar en el norte, porque el tiempo aprieta y hay que despedir a Aitor desde Bangkok y moverse para recibir a la familia en Bali. El sur y sus islas, se me han quedado en el tintero,..es por dejar algo para la proxima, no??
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